Colector de admisión “charge cooler” – BMW Serie G B58 / Toyota Supra MK5 (do88)

El motor B58, introducido con la serie F hace algunos años, ha demostrado ser una verdadera joya de motor, capaz de ofrecer altas prestaciones con gran carácter. Sin embargo, existen algunos puntos débiles que deben abordarse, tanto en términos de rendimiento como de confiabilidad. El B58 viene equipado con un enfriador de carga agua-aire que se acopla a un intercambiador de calor posicionado frontalmente (radiador de agua). El intercambiador de calor sirve para enfriar el agua que circula a través del enfriador de aire de carga, lo que a su vez ayuda a disipar el calor del aire de carga antes de ingresar al motor. El enfriador de aire de carga está integrado en el múltiple de admisión en el B58, lo que lo convierte en una construcción intrincada y densa, que requiere precisión en el diseño y la ejecución por parte de nosotros como productores de mercado secundario.

Desafíos con los componentes de fábrica
Los propietarios de motores B58 ajustados a menudo se enfrentan al problema de un rápido calentamiento en el sistema de enfriamiento de aire de carga, especialmente cuando el vehículo se utiliza en días de pista. Las elevadas temperaturas del aire de admisión pueden llevar a que la ECU disminuya la potencia de salida, o incluso coloque el automóvil en modo de emergencia. La conducción regular y enérgica por la calle también puede causar problemas similares.

Además, el sistema de inyección directa instalado de fábrica, con sus beneficios evidentes, no es adecuado para aplicaciones de alta potencia o el uso de combustible flexible de etanol. Para poder inyectar más combustible, muchos recurren a instalar espaciadores de inyectores de combustible en puerto entre el múltiple de admisión y la culata. La desventaja de esta solución es que posiciona los inyectores en un ángulo extraño. Como resultado, el combustible golpea las paredes de los conductos de admisión, lo que puede llevar a la formación potencial de charcos de combustible.

Como suele suceder, los componentes de fábrica pueden convertirse en factores limitantes cuando se busca niveles de potencia elevados, especialmente en términos de flujo de aire. El múltiple de admisión de fábrica (OE) es uno de esos componentes, que no solo restringe el flujo de aire sino que también presenta un riesgo significativo de agrietarse bajo niveles de aumento de presión elevados, debido a su construcción de plástico.